Crea tu maceta reutilizando botes de café soluble Marcilla: un mundo de posibilidades
Nunca está de más tener un lapicero a mano, un tarro donde dejar las galletas del desayuno o un pequeño tiesto donde plantar tus plantas favoritas de interior.
¡Pero es todavía mejor poder hacer todo esto a partir de materiales reutilizados!
Los botes de cristal de café Marcilla Crème Express Soluble son perfectos para hacer cosas como estas. Solo tienes que usar tu creatividad y hacer que se conviertan en aquello que quieras.
¡Empieza a preparar tu maceta reciclando un bote de café soluble Marcilla!
Si no sabes qué uso puedes darles a estos botes, vamos a explicarte cómo puedes convertirlos en perfectos tiestos transparentes para tus plantas de interior más pequeñas o tus cactus preferidos.
Te contamos qué necesitas para que te queden perfectos:
- 1 bote de cristal vacío de café Marcilla Crème Express Soluble
- Agua y Jabón
- Jabón vegetal
- 1 estropajo
- 1 trapo seco
- ½ kilo de tierra fértil o abono
- 1 pulverizador
- Pintura para cristal o pegatinas (Opcional)
Lo primero que necesitas es el tarro de cristal de café Marcilla Crème Express Soluble vacío para lavarlo a fondo con agua y jabón. Acuérdate de retirar las etiquetas enganchadas y frota bien con el estropajo donde haya quedado pegamento.
Una vez lo tengas bien limpio por dentro y por fuera sécalo con cuidado y añade en el interior una capa de jabón vegetal. Cuando lo tengas, añade la cantidad necesaria de tierra para que las plantas tengan espacio para crecer.
Compáctala firmemente y abre un hueco en el centro para plantar el cactus o las semillas de tu planta de interior favorita. Una vez enterradas, añade agua con un pulverizador hasta que se haya humedecido la tierra.
También puedes decorar el exterior del bote con pintura apta para cristal: escoge los colores que más te gusten y da rienda suelta a tu creatividad. Otra opción que tienes es buscar pegatinas bonitas y pegarlas alrededor del bote, creando una cenefa o patrón.
Cuando ya lo tengas listo, busca un sitio donde llegue la luz del sol pero que no dé demasiado directa, ya que el vidrio puede magnificar los rayos directos del sol.
