Nunca te has preguntado de dónde viene el Flat White? Este café se ha popularizado mucho en los últimos años y ha venido para quedarse.

 

En las cafeterías 3.0 de todo el mundo es todo un ‘hit’ por su calidad, sabor y aroma, pero su historia se remonta mucho más atrás.

 

 

¿Quieres conocerla? Pues sigue leyendo porque la cosa se pone interesante.

 

Aunque sabemos que el Flat White apareció alrededor de los años 80, su origen aún sigue siendo motivo de disputa entre los australianos y los neozelandeses. Y es que se conoce que este café surgió en Oceanía, pero durante más de 30 años, los habitantes de Australia y Nueva Zelanda han estado discutiendo qué país fue el primero en hacer el Flat White.

 

Mientras unos aseguran que es 100% australiano, los otros dicen que en realidad es un invento ‘Kiwi’. La nacionalidad parece que nunca va a quedar del todo clara, por lo que vamos a pasar a explicarte el porqué de este café.

 

Tras la Segunda Guerra Mundial, Oceanía recibió a muchos emigrantes italianos que llegaron a las antípodas. Con ellos, llevaban sus queridos capuccinos y expressos, que revolucionaron la cultura del café tanto en Australia como en Nueva Zelanda.

 

Ellos estaban acostumbrados a tomar el café fuerte y negro, por lo que cuando se empezaron a cansar de la tradición de la espuma decidieron empezar a pedirlo “flat”. De esta forma, con la leche emulsionada, conseguían bebidas más fuertes y parecidas a las que marcaba su tradición pero hechas con máquinas de espresso.

 

 

Cuando el Flat White se estableció en Oceanía como la solución perfecta entre el capuccino, el espresso y el café más fuerte, esta nueva forma de prepararlo se expandió a lo largo de Europa y Estados Unidos, a medida que los expertos del café, los baristas, viajaban por los distintos continentes enseñando sus técnicas y fórmulas de preparación.

 

Y este es el origen del café del momento, una mezcla perfecta de culturas, tradición y evolución que tanto nos gusta y que tantos disfrutan. ¿No te entran ganas de probarlo?